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Muchas personas tienen piezas de joyería con algunas incrustaciones de piedras preciosas, pero hay que tener en cuenta, que a pesar de su belleza este tipo de piedras pueden llegar a ser más o menos frágiles; por lo que se pueden dañar por el calor, la vibración, o productos químicos. Es por ello que es importante conocer los cuidados de la joyería con piedras preciosas, para de esta manera procurar una larga vida a estas piezas.
Piedras preciosas
Las piedras que tienen una dureza de Mohs de menos de 8 son altamente sensibles a resquebrajarse. Las piedras más duras son menos propensas al rayado pero siguen siendo objeto de astillarse y fracturarse.
Al quitar el polvo de piedras blandas, por lo general es mejor para enjuagar solo con agua limpia y secar con un paño suave. Además, la joyería debe ser almacenada en compartimentos acolchados separados o envuelta en una tela suave para evitar arañazos.
Para la limpieza de las piedras preciosas no porosas, puedes lavar suavemente con una solución débil de amoniaco, enjuagar con agua limpia y tibia, y secar con un paño suave.
En las piedras más duras (más de 7 Mohs) puedes usar un cepillo de dientes suave en la piedra, pero evita fregar fuertemente las superficies metálicas altamente pulidas, ya que una ligera acción abrasiva del cepillo producirá efectos sobre el metal. Un poco de remojo puede ser necesario para eliminar los depósitos más pesados.
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Si utilizas lociones o cremas de manos, retira los anillos antes de su aplicación. Esto ayudará a prevenir la acumulación de suciedad y grasa alrededor de las piedras.
Si planeas hacer trabajos pesados con las manos, saca los anillos para no someterlos a golpes fuertes o suciedad innecesaria. Incluso los diamantes son relativamente frágiles y pueden dañarse por un duro golpe.
Las perlas, corales y piedras porosas como el ópalo, turquesa y malaquita, deben mantenerse alejadas del agua y aceite para evitar la decoloración. Limpia suavemente con un paño suave y húmedo.
Ten cuidado con el uso de productos de limpieza por ultrasonido. Algunas piedras están sujetos a tensiones internas – anzanita, ópalo, esmeralda, gemas orgánicas (tales como perlas, coral, y ámbar), turquesa, lapislázuli, malaquita y, cualquier piedra que contiene importantes inclusiones- por lo que al usar este tipo de limpieza especializada, te expones a que las piedras se fracturen.
El opal, perlas, coral, ámbar, turquesa, y muchas otras joyas son muy sensibles al calor (y a los extremos cambios bruscos de temperatura). No los dejes estar en la luz del sol caliente, cerca de radiadores, o en coches calientes.
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Imágenes: pukhrajstone, coloredgemstone, sheclick