La venta directa en ferias artesanales o eventos es la mejor manera de vender artesanías, por varias razones. Vender directamente nos permite a los artesanos obviar las comisiones del local de venta o vendedores, darle al cliente un trato personalizado y es, para el cliente, valioso, pues no hay mejor manera de comprar objetos hechos a mano que tratar con el artesano o diseñador. Veamos entonces algunos consejos para la venta directa de artesanías.

Consejos para la venta directa de artesanías

Creo que todos los artesanos estarán de acuerdo en que el cliente valora el comprar objetos hechos a mano y que lo atienda el mismo artesano en el stand de la feria. Pero lamentablemente no todos hemos nacido buenos vendedores. Por ejemplo, en mi caso en particular, me siento más cómoda en el taller produciendo que vendiendo, pero eso lo he solucionado pues somos dos personas en el taller y una de nosotros (mi esposo) tiene más capacidad para vender.

Por ese motivo, si vas a la feria artesanal y te sientes incómodo, es mejor que delegues la tarea de la venta en otra persona y que te des una vuelta por el stand de vez en cuando para hablar con algunos clientes y conocer sus opiniones. De nada servirá que estés en el lugar escondiéndote tras el mostrador y sintiéndote incómodo, mientras los clientes buscan una persona que los atienda y se van sin comprar.

Si por el contrario te sientes cómodo hablando, vendiendo e interactuando con tus clientes procura darles un buen servicio. Sé atento, infórmate sobre todas las preguntas que podrían hacerte para poder ayudarles y solucionarles los problemas e intenta dar una buena impresión siendo tú mismo.

En el momento en que los clientes se acercan a observar tus productos al stand, suelen haber unos instantes de incomodidad para el cliente, sobre todo si te encuentras tras el mostrador y no hablas, o vigilas qué productos toma o cuáles mira. Es aún más incómodo para el cliente que intentes venderle al instante. Lo mejor es dejar que la persona se acerque y hablar con naturalidad sobre cualquier tema para quebrar el hielo. Luego infórmalo sobre lo que vendes, dile que puede observar y levantar las piezas sin compromiso y déjalo en libertad de mirar y elegir sin sentirse presionado.

Es muy importante cuidar el lenguaje que utilizas tanto como el lenguaje corporal y también estar atento a lo que tu cliente expresa. Llegado el momento, cuando la persona que visita tu stand hace preguntas tales como ¿lo haces tú? o ¿vendes en alguna otra parte? (o preguntas por el estilo), es hora de darle una tarjeta personal o del taller…porque estas preguntas significan invariablemente que el cliente se ha decidido a no comprar, necesita cambiar de tema y difícilmente dé marcha atrás.

Según tu propia experiencia…¿qué opinas tú?