Los broches celtas tienen un sistema para engancharse muy simple y que no requiere soldadura ni pegamentos, se trata de una aguja que atraviesa todo el broche y sirve para fijarlo a la ropa, muchas veces también logra formar parte del diseño y la decoración del prendedor mismo…
El truco del diseño de este sistema de broche consiste en realizar, en el extremo de la aguja, un adorno, un espiral por ejemplo como muestra la segunda imagen, para evitar la pérdida de la aguja, conservando ambas piezas juntas.
Estos broches de la artesana Inna Gor de Canadá, han sido ejecutados con la técnica del alambre doblado tan solo, no existiendo soldadura, sino solamente un alambre martillado o batido y doblado, 2 técnicas simples que se pueden aplicar a la bisutería y que logran cualquier diseño y joya, aretes, collares, colgantes, broches, tobilleras, anillos, etc.
.
.
.
.
Las piedras, cuentas, abalorios y perlas pueden atarse a lo largo del alambre tanto en el cuerpo del broche como en la aguja que lo sujeta. Además pueden engarzarse con alambre con el sistema nido, el cual sujeta y da marco a las piedras o cuentas.
Los diseños celtas, tan prolíficos en nudos y espirales quedan muy bien en su propia técnica como podemos apreciar en los ejemplos, de esta forma y trabajando solamente con 2 medidas de alambre pueden lograrse resultados muy variados y completos.
Los broches celtas son muy elegantes y sirven tanto para adornar una prenda como para cerrarla: un chal, poncho, cuello alto de un abrigo, una bufanda, etc.