Un elemento que hace muy interesante una pieza de joyería o bisutería artesanal es la textura, pues aporta carácter, dimensión y calidez al diseño. El espacio de relieve y textura se puede lograr con diversos materiales; he aquí el desafío a la creatividad, pues cuando la textura es agradable al tacto añade encanto y distinción a la pieza de bijou.

La textura puede estar presente en cualquier diseño, pues si utilizas fibras, elementos textiles, cerámica o pasta polimérica seguramente obtendrás una pieza texturada. La idea es lograr un relieve bonito o una superficie que sea agradable al tacto y ésto añadirá otro elemento de valor a la pieza artesanal.

La textura añade sensaciones táctiles, que pueden ser agradables o no; por este motivo siempre es conveniente analizar los materiales que usemos para determinar qué sensaciones provocan. Es posible que una pieza metálica fría, por más bonita que sea, no trasmita una sensación positiva en un sitio y un lugar de frío extremo; por el contrario, una pieza textil dará una sensación de calidez y abrigo que la hará más interesante para la época y el lugar.

Las formas de la textura pueden ser infinitas: suave, sedosa, blanda, áspera, arrugada, estriada, ondulada, agujereada, escamosa, picada, rugosa, etc. y no es solamente táctil, sino que también aporta un elemento visual muy interesante. En este caso se combinan dos elementos de diseño: la textura y la forma.

Antes de añadir un elemento de textura a la pieza de joyería o bisutería piensa en la idea general del proyecto. Recuerda que la textura le dará un estilo a la pieza y es posible que no combine con el concepto de diseño que quieres lograr.